Ayúdame

Me dan miedo las mentiras.
Los carnavales de palabras con máscara,
sus lenguas que como espadas acuchillan,
que la llave tiran de las verdades encarceladas.

Sálvame...
Deja que me esconda en tus labios... sálvame.
Temo las falsas miradas.
Las descoloridas apariencias que adornan sus pestañas,
los pozos que miran y observan queriendo decir nada,
el laberinto que se forma en esa cruel telaraña.
Ayúdame...
Déjame descansar en tus ojos... ayúdame.
Me persiguen los malos pensamientos.
Nublan y estremecen mis sentidos,
me hunden la cabeza en lagos sin sentimientos
y me acaban arrebatando el aire que necesito.
Sálvame...
Deja que me esconda en tu corazón... sálvame.
Me asusta el camino.
Camino escogido, rumbo a la deriva,
azotado por viento, lluvia y granizo,
camino en los mapas que siempre se olvidan.
Ayúdame...
Recoge las palabras que lanzo al viento... escúchame.