viernes, 18 de junio de 2010

La noche está en calma.

Las luces titilan como dulces hadas esta noche
mientras, los pensamientos brotan y se desvanecen.
Los rincones no parecen tan solitarios,
y en las calles desiertas,
solo se oyen los pasos del silencio.

La noche se disfraza de una marea tranquila,
y sus peces se visten de romances furtivos,
de besos fugaces, de canciones de olvidos.
Una suave brisa trae de viajeros tímidas risas,
y los papeles errantes limpian con sus cuerpos el suelo.
La noche tranquila mece la luna entre las nubes,
como un bebe que arropado nace,
y las estrellas la vigilan, con guiños cómplices.
Esta noche camino de vuelta,
las melodías se hunden en mis oídos,
no permiten que piense
pero no tienen los recuerdos tal suerte.
Y la desierta calle se vuelca
con los sollozos anónimos
y los abraza, y los mece como a la luna,
y les susurra que todo irá bien.
Y los ríos salados se detienen
aliviados por esa dulce promesa.
Y la calma vuelve a la desierta calle,
con sus luces titilantes
y sus vigilantes de papel fugaces.
Porque la noche esta en calma,
y su calma no quiere que piense.

1 comentario:

drasek dijo...

ayss, es q me tienes loquito xDDD